jueves, 2 de julio de 2020

porqué hacerlo?



Desde que Albert Frederik Mummery en el siglo XIX, sostuviera sus ideas de by fair means" (por medios justos). Muchas personas nos hemos inclinado por este estilo que rescata la autonomía y la independencia como elementos esenciales de un proceso que persigue la libertad y plenitud del individuo, lo hacemos aun enfrentando la oposición de un entorno social, que para afirmar su paradigma colectivista impone un sinfín de complejos, produciendo un alarmante decaimiento de la iniciativa propia, lo que ha creado infinitos lazos de dependencia y perdida de la autoestima. La filosofía que inspira al alpinismo clásico contradice abiertamente a ese paradigma, por ello, encontraremos oposición incluso en el seno mismo de la comunidad montañera, donde un segmento importante se opone al estilo autónomo, argumentando con la lógica propia de un medio cultural que desconfía de la capacidad individual y en el que la responsabilidad personal tiende a diluirse en un andamiaje semántico de derivaciones sociales e históricas, imponiendo que el “bien común” está por encima del individuo y que por ello no es legitimo arriesgar, ya que uno no tiene control personal sobre su vida, sino que alguna autoridad, más sabia e iluminada, con visión general sobre el grupo de pertenencia, tal vez la “tribu”, debe mensurar esos riesgos, porque no puede perder engranajes de esa maquinaria humana llamada “colectivo”. Así, los brujos de la tribu, a través del paternalismo ya sea fascista, marxista, libertario o una combinación de ellos, nos ayudan a no cometer torpezas, a no dejarnos engañar por desconocidos, en definitiva; a no visitar la zona prohibida, porque allí está Baba Yaga. Ese paternalismo no es otra cosa que poder, una forma de influencia que opera ofreciendo protección a cambio de sumisión y que difunde y aplica la idea que sin su control, se pierde el sentido mismo de la vida y que cualquier empresa solitaria y autónoma constituye un desprecio por el “colectivo” y sus “elevados intereses”, esto se verifica cuando efectivamente ocurren accidentes letales y desde distinto sectores, a veces ni siquiera vinculados al montañismo, se elevan reclamos a esas autoridades; por no haber cuidado bien sus ovejas, porque en este sistema de ideas vigente, se los considera dueños de las vidas de los miembros de su rebaño y por ende de su cuidado, sin tener en cuenta siquiera la responsabilidad individual.

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