Nuestra relación con la incertidumbre, el aislamiento y la
adversidad, define en gran medida nuestra autonomía y da una idea clara de
nuestras ambiciones de libertad. Superar estos obstáculos con los propios
medios, siguiendo nuestra iniciativa; requiere preparación, dedicación y valor,
también convicciones, porque tercerizar la toma de decisiones a expertos del
peligro es la respuesta mejor adaptada a un contexto cultural que venera la
seguridad y la estabilidad.
Preferimos el riesgo; elegimos protagonizar la aventura, queremos
ir adelante, porque sabemos que las facilidades y las ayudas no indispensables
son grandes obstáculos para el progreso en cualquier área de la vida.
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